martes, 28 de julio de 2009

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En el bar donde trabajo los clientes gesticulan mucho al hablar. Repiten con insistencia palabras como freelance, motivación, proyecto, guión, performance, exposición, subvención, avión, cocaína.

El ambiente, como comprenderéis, se vuelve irrespirable.

Hace mucho años yo también usaba esas palabras. Antes de tropezar con la realidad y terminar trabajando con las manos.

Con las manos también camino y agarro y amo y lastimo y encuentro felizmente las llaves de casa cuando regreso borracho y solo.

Con las manos me quejo y golpeo y te aparto y te pido perdón y te llamo y te pido perdón y te acaricio y te pido perdón y te follo y te pido perdón.

Con las manos termino muchas de mis frases.

En qué momento mi valía profesional comenzó a medirse por la ausencia de fracturas en los dedos.

Por qué demonios mi valía personal aumenta cuando me olvido de ti.

1 comentario:

Nayra dijo...

... Porque hay gente que es un lastre pesado y nos empuja hacia abajo, supongo.
Cojonudo.