jueves, 3 de septiembre de 2009

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Escribo cuando estoy triste o cuando algo no anda bien por aquí dentro. Por eso parece que siempre estoy con lo mismo. Pobrecito de mí que penita tan grande. Si estoy alegre me voy de cañas.

Cuando no estoy escribiendo tampoco estoy pensando en lo que voy a escribir. Supongo que me parezco bastante al tipo que escribe. Igual que el tipo que curra y te pide perdón cuando no hay papel en el baño se parece bastante a mí cuando estoy de cañas o cuando estoy escribiendo.

Se parece bastante pero no es la misma persona.

El camarero no tiene un blog, lo tiene el chico que escribe recordando como en un sueño, que es camarero. El camarero en sí mismo no escribe pero recuerda, como en un sueño, que tiene un blog. El que se va de cañas, rara vez recuerda nada en absoluto. Puede, como en un sueño, que recuerde que la chica morena del final de la barra un buen día le dijo algo bonito que prefiere, como en un sueño, no recordar en toda la noche.