jueves, 5 de noviembre de 2009

21

Cuando elijo la ropa todas la mañanas, lo hago con la única intención de estar presentable en el caso de que me cruce contigo. No quiero verte después de tanto tiempo y parecer el mismo chico al que dejaste abandonado como un perro. Creo que esta camisa te gustaba, con los vaqueros no, ahora lo recuerdo. Recién duchado pienso en la cara que pondrás si me ves por la calle. La única finalidad de vestirme es agradarte. Lo único en lo que pienso antes de salir de casa es en que si me ves no creas que sigo siendo un perdedor. Mira que camisa me he comprado, mira mi niña, parezco feliz, parezco normal, pese a no estar contigo nunca, jamás. Las ojeras, nada, algo sin importancia. Volveré a dormir, te lo prometo.

De momento, elijo las camisas para ti.
Desde el fondo del armario, todas las mañanas, todas.

2 comentarios:

MO dijo...

Recuerdo que cuando dejé al que ahora se hace llamar mi ex un día quedé con él para volverle a explicar (por sexta vez, creo) el significado aquél del "Ya no te quiero" y se me presentó con una camisa que compró aún estando conmigo pero que nunca llegó a estrenar.
Recuerdo que pensé que la camisa me recordaba al de los rizos salido de OT que cantaba por Bulería Bulería y que tan cansino se me hacía. Él, sus camisas y sus falsos rizos.
Recuerdo que debajo de la camisa molona melapongoparagustarte,nena sólo veía a un tipo que seguía siendo un perdedor. Y creo, no estoy segura aún, que la camisa ayudó a tal drástica y triste deducción.

Anónimo dijo...

¿Así que alguien se esfuerza en recuperarte y tu, a cambio, te ríes de él? Bienaventurados sean los perdedores si el resultado es perder de vista a miserables como tú.